lunes, 7 de septiembre de 2015

Flower

*(escrito en 2009)


Liz Phair hace rock un poco country pop estilo Sheryl Crow, canta sobre exnovios, es muy bonita y tiene la boca más hermosa del mundo después de Kurt Cobain. Tal vez por eso no es popular acá, y tampoco lo es Sheryl Crow, pero al menos saben quien es (All I wanna do is have some fun).
Flower de Liz Phair es una canción con una voz grave, otra aguda encima que canta un loop, y otro loop de guitarra o batería o algo, sencilla, hipnotizante y siniestra.
La letra de Flower es así:

Cada vez que veo tu cara
Me pongo mojada entre las piernas
(...)
Cada vez que veo tu cara
Pienso en cosas impuras incastas
Quiero cojerte como un perro
Te llevaré a casa y haré que te guste.

A los chicos nos gusta este tipo de cosa, al menos los que no son mogólicos que van a misa y piensan que la policía es buena onda. Nos gusta que nos digan voy a agarrarte de la verga y arrastrarte al cuarto, sólo que Liz Phair, siendo pequeñita, rubia y ridículamente bonita, lo hace en su primer disco, y al haber tomado ese riesgo se gana mi admiración. Podría tocar las canciones de Avril Lavigne y ponerse un shortcito ajustado pero no:

Actúas como si tuvieras catorce años
cada cosa que dicen es tan
molesta, graciosa, verdadera y mala
quieros ser tu reina chupavergas
Probablemente eres tímido e introspectivo
eso no es parte de mi objetivo
sólo quiero tu joven y fresco jimmy
torciendo, golpeando, chocando dentro mío.


Puede resultar chocante al principio, pero en realidad, no hay mejor cosa que pueda decirle una chica a un chico inmaduro e inseguro. Los chicos inmaduros creemos que tenemos razón, creemos que ser irrespetuosos se jutifica por lo tarados que son los demás, y que una chica te diga que a través de tu inseguridad puede ver algo real, honesto, que no le importa que seas un adolescente ad infinitum, es un alivio inesperado.
Siempre es chocante cuando un artista es honesto, original, cuando expone sus fallas a través de su trabajo. Sino, se puede hacer lo que hacen los Jonas Brothers. Me gusta mucha música mala, pero esto ya es una tomada de pelo.
Los Jonas Brothers usan anillos de castidad, esperan al matrimonio. Usar la visión conservadora del sexo y el cuerpo humano como truco publicitario es cruel, es triste y me asusta que le insistan a púberes y adolescentes a avergonzarse de querer mirar, acariciar, chupar a alguien que les gusta. Ligar el sexo a la moral está muy equivocado, y cuando el Papa dice que usar forro es pecado, está dirigiendo una seria paradoja en la civilización y atentando contra la salud. Que él solo coja con niños limpitos y sin sida no implica que cojer desprotegido sea buena onda. Es un hijo de puta y ojalá se muera pronto. Liz Phair, en cambio, es un pequeño paso hacia la evolución. Si yo hubiera escuchado canciones de Liz Phair en vez de la histeria colectiva que se vive en un colegio católico, tal vez hoy no sería tan tarado. Siempre los voy a odiar por hacerme sentir vergüenza de mi curiosidad, de mi intimidad, de mi inteligencia. Liz Phair sabe esto, y lo demuestra en otra canción que se llama Polyester Bride (Novia de Poliéster). La felicidad no está  

Si ya escucharon el disco de Liz Phair de este año, ya sé que es una mierda y lo hizo con el productor de Avril Lavigne y Brtiney Spears, nomás no quiero pensar mucho en eso.


La única Iglesia que ilumina es la que arde.